Sabemos que dormir bien no es fácil
La vida y sus quehaceres nos condiciona a estar bajo grandes cantidades de actividad. Siempre estamos pensando en alguna tarea pendiente, en algún mensaje por enviar, en alguna reunión por concretar y así se nos agota el tiempo cada día.
La vida y sus quehaceres nos condiciona a estar bajo grandes cantidades de actividad. Siempre estamos pensando en alguna tarea pendiente, en algún mensaje por enviar, en alguna reunión por concretar y así se nos agota el tiempo cada día.
Ahora bien, cuantifiquemos ese tiempo: todos tenemos 24 horas al día, dedicamos 8 horas a trabajar, pasamos unas 3 horas aproximadamente en el algún medio de transporte, usamos 4 horas o más para ocupaciones extra, gastamos otras 2 horas comiendo y así nos quedarían 7 horas, más o menos, para dormir; a veces más, a veces mucho menos.
Con todo esto, ¿nos hemos detenido a pensar qué estamos haciendo para dormir bien y tener una calidad de sueño que nos permita recargar energías? Pues bien, la higiene del sueño nos dará pistas de lo que son buenas prácticas para tener un descanso adecuado.
La higiene del sueño nos dará pistas de lo que son buenas prácticas para tener un descanso adecuado.
Básicamente, la higiene del sueño es eso que nos hace despertarnos contentos; es esa sensación de estirar el cuerpo y asentir con la cabeza porque sentimos que podemos con el mundo entero después de dormir; es el querer agradecerle a nuestra cama porque nos hizo creer en una noche que tenemos la vida entera resuelta.
¿Entonces qué debemos hacer para tener una correcta higiene del sueño? Realmente no supone un esfuerzo enorme, se trata de pequeños hábitos que cambiarán significativamente la forma en que te relacionas con la almohada. El Servicio de Neurología del Hospital Sanitas preparó una guía para esto y Hogar Seguro anotó lo más importante para hacerlo aún más sencillo.
1
No tomar sustancias excitantes como café, té, alcohol, tabaco, etc., ¡Red flag! especialmente durante la tarde o al final del día.
2
Comer temprano y liviano. Se puede tomar un vaso de leche caliente (sin chocolate) o una infusión (sin teína) para favorecer la relajación antes de ir a dormir.
3
Hacer ejercicio físico en horas del día, ya que el organismo se podría activar en horas de la noche.
4
Establece y respeta los horarios de sueño para que esto se vuelva un hábito regular.
5
Adecúa tu espacio para que sea oscuro totalmente y procura despejar tu ambiente de contaminación electromagnética.
6
Separa los espacios de tareas y todo lo que implique actividad mental con los espacios de descanso.
7
Realiza actividades de relajación (meditar, tomar una ducha caliente, escuchar música) antes de dormir con el fin de liberarte del estrés del día.
8
Procura descansar en un ambiente organizado, limpio y ventilado, así tu cuerpo y mente se sentirán más cómodos.
En Hogar Seguro sabemos que tus pensamientos revolotean especialmente en la noche y tienes mil cosas que no te permiten tener una adecuada higiene del sueño, por eso te sugerimos implementar esta guía, teniendo en cuenta que cada organismo es distinto y que tiene necesidades específicas.
También te ofrecemos una serie de servicios y productos para controlar la luz de tu ambiente, organizar tus ordenadores y televisores para que puedas hacer las paces con tu almohada.
